viernes, 24 de febrero de 2012

Presenta la doctora Avendaño su libro “Estudio sobre los derechos de los Pueblos Negros de México”




Por MARIO Méndez
Pinotepa Nacional, Oax

El pasado sábado 18 de febrero, se presentó en la casa de la cultura de Pinotepa Nacional, el libro “Estudio sobre los derechos de los Pueblos Negros de México”, cuya autoría es de la doctora en Derecho Constitucional por la UNAM, Elia Avendaño Villafuerte, y quien actualmente se desempeña como directora de Equidad de Género del Consejo de la Judicatura Federal.
Este medio entrevistó a la doctora Villafuerte, y a continuación le presentamos sus impresiones al respecto del texto que fue presentado.

-¿Cuál es el objeto de su libro?

-Este libro tiene la pretensión de ser una herramienta que permita a las organizaciones sociales tener argumentos jurídicos para ser interlocutores en la defensa de sus derechos. Tiene propuestas para una reforma constitucional o legal en donde se señala, específicamente, cuáles son los derechos y cuáles son los mecanismos para que puedan tener una representatividad y puedan participar y, solicitar, políticas públicas específica que los beneficie.

-¿Por qué le pidieron que escribiera un texto con sentido jurídico?

-La idea es plasmar una redacción, un artículo que pudiera ser negociado para incluirlo o en la constitución o en una ley. El planteamiento que me hicieron, fue con la solicitud de que hubiera un mecanismo para el reconocimiento constitucional de los pueblos negros; no podía ser superficial porque nos enfrentamos en muchas ocasiones a este argumento que porqué reconocemos derechos si lo que le interesa a la gente es comer, porque cuando nos quedamos sólo con esa idea, limitamos la posibilidad del ejercicio de derechos o sujetos.

-Y en ese sentido, doctora, ¿no es comida lo que hace falta en nuestro país?
-Claro que sí, todos necesitamos comer y esa es la prioridad de todos, pero lo que pasa es que cuando el estado se vuelve asistencialista, impide la posibilidad del ejercicio político y participación individual. En este sentido, el libro hace visible que en México, independientemente de que somos ya un estado pluricultural que está reconocido así en la Constitución, en realidad lo único que se reconoce es a la cultura indígena. México está inmerso en muchas culturas y, específicamente, la cultura del pueblo negro no existe formalmente no están en la historia, en el reconocimiento de sus aportaciones a la economía ni muchos menos en la posibilidad de una participación pública orgánica.

-¿Cómo su libro ayudará a las organizaciones sociales que luchan para que sean reconocidos los pueblos negros?

-Mi libro trata de aportar algunos elementos que puedan servir para quienes sean parte de esas organizaciones y tengan la intención de ser interlocutores válidos en el estado, que puedan contar con ciertos elementos para esta discusión. Porque si el estado repartiera sus programas sociales de una manera democrática y todos estuviéramos satisfechos en un nivel digno nuestras necesidades, tal vez no tendríamos ninguna necesidad de protestar ni de organizar ni de participar porque el sustento estaría colmado. El problema de nuestro país es que la desigualdad y la injusticia cada vez se exacerban más y sí requerimos ciertos elementos que permiten un nivel de negociación válidas con el gobierno porque, simple y sencillamente, creen que no tenemos argumentos , que no somos sujetos de una discusión, de un diálogo, sino que tenemos que aceptar lo que ellos digan. Por esto, este documento es una herramienta para que los no estamos en el gobierno, usemos las mismas herramientas que ellos usan para avergonzarnos y les demostremos en primer lugar, que sí son racistas; luego que no hay políticas social para los pueblos negros y, por último, que los pueblos negros no existen en la legislación. De esta forma, no podemos llenarnos la boca diciendo que somos un país pluricultural y nada más reconocemos indígenas.

-Y los pueblos negros ¿cómo se beneficiarán con su libro?

-También, servirá para quienes sean parte de los pueblos negros, para que levanten la voz y sean interlocutores y que no se conformen con ser ciudadanos mexicanos o con ser personas, sino que puedan defender, como ente cultural, las legitimaciones que crean importantes porque el problema es que nosotros no sabemos cuál es la cultura de los pueblos negros. Y hay muchísima gente que se pone a estudiarlos desde afuera y hay quienes dictan cómo son, si son negros, afro descendientes, afro mexicanos, si son cochos o morochos, jarochos, pero lo que tiene que pasar es que ellos mismos, los miembros de estos pueblos, digan quiénes son y que se hagan visibles a partir de que lo que digan, así como que se reconozcan como quiénes son y que eso los ayude como interlocutores y pedir en lo que quieren participar.

-¿Cree que este libro es suficiente para que sean reconocidos los pueblos negros?

-No, claro que no, es un texto limitado a una estructura jurídica en la que estamos inmersos. Este texto no tiene todos los mecanismos democráticos que podrían existir en este país, pues es un mecanismo para recorrer un camino de los muchos que pueden haber y que las organizaciones puedan encontrar.

La doctora Elia Avendaño Villafuerte, ha colaborado con organizaciones sociales, nacionales e internacionales como WWF, el Colegio de la Frontera Sur, la Defensa de la Mujer Indígena en Guatemala y la Comisión para la Concordia y Pacificación (Cocopa) del Congreso de la Unión. Trabajó en instituciones gubernamentales de derechos humanos y derechos indígenas; es académica de la UNAM y ha participado en seminarios auspiciados por organismos internacionales e instituciones académicas en Nueva York, Ginebra, España, Ecuador y Guatemala.

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