Su identidad: afromexicanos e inmigrantes

Arturo Juan Manuel Herrera Acevedo, dando una entrevista




Con su tez morena oscura y su cabello rizado, la gente a menudo piensa que Arturo Herrera es afroamericano. Pero el español que sale de su boca, con acento y características del Sur de México, revela su verdadero origen.

"Me hablan en inglés pensando que soy uno de ellos", dijo Herrera, un inmigrante oaxaqueño y miembro de la Organización de Afromexicanos -una comunidad que se asentó en Pasadena y Santa Ana desde hace dos décadas. Se estima que la mayoría que reside en Pasadena provienen del estado de Oaxaca, mientras que los de Santa Ana son originarios de Guerrero.

Este mes se celebra el mes de la historia afroamericana en el país y los afromexicanos también buscan realzar su cultura y tradición.

"Lo que estamos haciendo es rescatando, promoviendo y difundiendo las actividades culturales de nuestros pueblos", dijo Herrera.

Según algunos cálculos, en Los Ángeles y en el Condado de Orange viven unos 1,500 afromexicanos, la mayoría provenientes de la Costa Chica, que comienza al este de Acapulco y se extiende hasta los estados de Oaxaca y Guerrero. En total, hay unos 45 pueblos de negros en Oaxaca y Guerrero, indicó Herrera.

Hace más de 500 años que africanos llegaron a estas tierras como esclavos de los españoles. Según Herrera, una historia sobre el origen de esta comunidad relata que un navío que venía cargado de esclavos naufragó frente a las costas oaxaqueñas. Hoy en día, los afromexicanos conforman una comunidad con su propia identidad.

Muestra de esa idiosincrasia es la Danza de los Diablos, una danza que incorpora bailarines y un hombre vestido de mujer llamada la "Minga" y a "Pancho", el capataz, que representa la esclavitud, según Martín Alemán, otro afromexicano.

Al igual que la danza y la música, "cumbia muy movida", Alemán dijo que la comida afromexicana tiende a ser más picante y preparada con especias, mientras que la indígena es más dulce.

Como Herrera, Alemán también dijo que muchas personas, incluyendo sus mismos compatriotas, no creen que ellos sean mexicanos. "Piensan que somos hondureños, pero dicen que no es posible que seamos oaxaqueños", indicó.

Y es que Oaxaca, agregó Alemán, es conocido por sus indígenas, pero no por sus negros. Dijo que los censos en México no tienen registrada a la raza negra y que muchas veces el país mismo la desconoce o la esconde. "Incluso nos niegan por parte del gobierno", afirmó Alemán.

Relató que en una ocasión una colombiana que había recibido una invitación a un Encuentro de Pueblos Negros en México llamó a la embajada mexicana en ese país para indagar sobre el evento, al verse sorprendida por la invitación.

"La señora contó que en la embajada le habían dicho que no hay negros en México", dijo Alemán, quien agregó sentirse orgulloso de su herencia africana.

"Uno no tiene porque apenarse o sentirse mal de cualquier raza que venga. Siempre hay que ser uno mismo", agregó.

Herrera hizo eco del sentir de su amigo y compatriota.

"En el libro de historia [de México] no existen los pueblos negros", manifestó. "Nosotros sabemos que provenimos de la raza africana y tenemos que seguir promoviéndola".

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Entrevistas al Sr. Fidel Zorrosa y Arturo Herrera Acevedo, en el marco de un taller llevado a cabo en Nicaragua en el 2005